martes, 28 de agosto de 2012

Casa de La Plaza Mayor de Juan Uribe Mondragón y Tomas Uribe. Ca.1830-1919


Ultima actualización: 2012- 08-29 

Por: Sergio Londoño Vélez
Fotografía: Este es el hall de acceso al segundo piso de la mansión de don Juan Uribe Mondragón, construida cerca de 1835, en Medellín. Al fondo Tomás Uribe Santamaría, hijo de don Juan, y tres de sus nietas.
Fotógrafo: Sin identificar. Medellín, Colombia. Ca. 1890

Descripción: Importante fotografía que ilustra el interior de una de las mas destacadas casas construida a principios del siglo XIX, en Medellín. Durante años fue la mas importante, moderna y elegante residencia familiar de la época. Esta casa se convirtió en uno de los faros de referencia para las posteriores construcciones civiles y la decoración en Medellín.

En una de las esquinas del costado occidental del Parque de Berrío,* se construyó la suntuosa casa de don Juan Uribe Mondragón. Por desgracia la casa y el almacén de mercancías, se incendió el 16 de Abril 16 de 1830,** días antes que fuera habitada por la familia Uribe Santamaría.
Un sábado en la noche el vigilante de la construcción, se fue de fiesta y olvidó apagar una vela de cebo; este fue el detonante para que la casa fuera consumida por las llamas. Después del incendio, don Juan tomó la decisión de reconstruirla, él la visualizó como la mas importante, moderna y elegante residencia familiar de su época.
“La Casa de la Plaza Mayor” fue el domicilio oficial de el señor Uribe Mondragón y estaba ubicada diagonal a la iglesia de La Candelaria (en el cruce de la carrera Bolívar con la calle Colombia).
*El céntrico Parque de Berrío , era antiguamente llamado Plaza Mayor o Plaza Principal.
** De Plaza Mayor a Parque Berrío. Bravo Betancur, José María. Universidad EAFIT. Medellín,2007. Pp.38-39.

Segundo escudo de Armas otorgado por Carlos II en 1678, a la nueva Villa de Nuestra Sra. de La Candelaria de Medellín. 

Esta bella mansión, como la llamó el historiador y cronista Enrique Echavarría Echavarría en su libro “Crónicas e Historias Bancarias de Antioquia”, cambió el estándar de vida de las familias adineradas del departamento, que no eran pocas, pero si tenían la costumbre de vivir de una manera austera, como si fuera una virtud.
Por sus salones y corredores desfiló lo mejor de la sociedad antioqueña, así como también las personalidades eclesiásticas, políticas,  militares  e intelectuales que visitaban la ciudad. En ésta residencia se degustaban los mejores vinos, lo mejor de la gastronomía regional y en sus salones se escuchaba música culta (interpretada en el primer piano de la ciudad), las primeras orquestas y artistas debutaban y animaban pomposos  bailes y reuniones sociales, al mismo tiempo que se discutían y se tomaban importantes decisiones económicas y políticas sobre la ciudad y el departamento.

Muchos años antes de los millonarios don Pepe Sierra y Carlos Coriolano Amador, Medellín conoció el gran lujo con don Juan Uribe Mondragón. El, educado en Europa, desde joven conoció un estilo de vida elegante y refinado, distante del estilo sencillo propio  de la idiosincrasia antioqueña. El y su esposa María Teresa, hija del español Manuel Santamaría Fernández (1734 - 1787), vestían al mejor estilo europeo, escuchaban música culta y tomaban vino en copas de cristal. Otros ejemplos del estándar de vida de la familia, fueron la adquisición del primer piano de la ciudad en el año de 1825 y también del primer carruaje tirado por caballos (comprado en Jamaica antes de 1836). Ellos vivieron en las dos principales casas* de Medellín (ambas decoradas con muebles europeos).
No existe registro alguno de otra familia en Antioquia, que hubiera vivido tan pomposamente como ellos lo hicieron en la primera mitad del siglo XIX.
*La Casa de La Plaza Mayor y la famosa “Casa Quinta” ubicada sobre la calle Carabobo, se destinó para el recreo y descanso de la familia Uribe Santamaría. Las dos casas estaban a cuatro cuadras de distancia.

Ubicación de La Casa de Juan Uribe Mondragón, en el parque de Berrío. Fotógrafo: Melitón Rodrígez, 1910.

La mansión fue reseñada en los libros de historia por su arquitectura y decoración. Esta se destacó por:  ser una viviendas de dos plantas, lucir una elegante escalera tallada en madera, paredes con papeles de colgadura (hechos a la medida de las paredes), balcones en ambos frentes de la casa, el manejo de la luz (tanto natural como artificial) y los techos cubiertos con cielorrasos y molduras de yeso. También debieron sorprender al visitante los luminosos paneles con vitrales de diseños geométricos. Estos tenían dos finalidades: darle mayor privacidad al segundo piso de la casa* y permitir el paso de la luz natural.
Adicionalmente al suprimir el corredor interior, de los patios de la casa, se aumenta el área de las habitaciones, generando una sensación de mayor amplitud.
*Antiguamente, el segundo piso de las casas de familia era ocupado por los Señores, mientras que el primero era ocupado por la servidumbre. En el siglo XIX y gran parte del XX existió una gran diferencia entre las clases sociales.

La familia Uribe Santamaría, se esforzó por mantener la casa siempre impecable, como nueva. El historiador y cronista Eladio Cómina Chorem escribió en su libro Apuntes para la Historia del teatro de Medellín: La  casa (hoy de Berrío) estaba circundada de casas de balcón pero tan viejas, Tan derruidas –menos la de D. Juan Uribe Mondragón (actualmente de don Tomás Uribe)- que parecía que pedían ordenes de irse a tierra.”

 
Detalle del segundo nibel de la casa.

Con respecto a la decoración, la casa de La Plaza Mayor brilló por el esplendor de sus habitaciones y salones. El mobiliario europeo fue adquirido por Juan Uribe Mondragón en sus viajes al extranjero. Las mesas y sillas, lámparas y candelabros de cristal, tapetes de seda, cuadros, papeles de colgadura hechos a la medida de la pared y los espejos.
“...cinco famosos y enormes espejos, con marcos de madera laminada en oro, que estaban reunidos en uno de los  salones de la casa.” Mejía de Olarte, Clara. Descendiente. Medellín, 1988.

Anécdota familiar:
“La señora Carlota Uribe Latorre de Urreta heredó de su padre uno de ellos y a su muerte pasó a manos de su nieta Carlota Urreta Castro de Arango. “Este espejo era tan alto que no cabía en el nuevo apartamento de la Señora, ni siquiera apoyado sobre el piso” (recordaba una de sus hijas). Posteriormente una parienta de apellido Sañudo o Santamaría compro el espejo en la década de 1980.” Efigenia Arango de Duperly, hija de Carlota Urreta de Arango. Medellín,1994.

Finalmente, a la muerte de don Juan Uribe, la propiedad pasó a manos de su hijo Tomas Uribe Santamaría. Tomas murió en el año de 1897 y la mansión la heredó Carlota Uribe Latorre de Urreta. Ella y sus hijos vivieron con don Tomas, su padre y abuelo,  desde que ella enviudó en el año de 1892. Carlota y sus hijos habitaron la casa varios años hasta que  fue enajenada a principios del siglo XX. La venta de la casa marcó el final de su esplendor.
La casa familiar paso a tener un fin comercial, cuando la compró Lalinde Mejía & Cia.
En 1919 fue consumida por la llamas, dejándola en cenizas.
“…Dos veces fue construida esta morada; dos veces fue quemada; la ultima en un incendio que se llevó cosa de media manzana; una noche del año de 1919.” Echavarría Echavarría, Enrique.Crónicas e Historias Bancarias de Antioquia”. 2003. P.265
En su lote se levantó un edificio edificiode tres pisos, de José María Sierra (el Ed. Sierra)y también funcionaron el Banco de Bogotá  y el de Londres.

Plano de La Villa de Aná, 1770. Copia intervenida, 2012.

Citas textuales varias: 
  • En la pagina 86 del libro Miscelánea sobre la historia, los usos y las costumbres de Medellín, Alberto Bernal Nicholls (medico, escritor, investigador y cronista. Rector de La Universidad de Antioquia) escribió: “Por este camino (Guatapé) se introdujo en el siglo pasado todo el comercio de Antioquia. A espaldas de indios se transportaron pianos de cola, grandes espejos y toda clase de muebles y artículos de lujo que los hubo y de verdad en las casas y salones elegantes de Medellín. Todavía nos tocó conocer las bellezas que importaron D. Juan Uribe Mondragón, la familia Herrán y D. Carlos Coriolano Amador, para no mencionar nada más que estos tres nombres. Se sorprende uno de que todas aquellas maravillas, tan delicadas y de tanto peso se hayan podido transportar por tales caminos.”
  • También escribió en la página 87: “En cuanto a mansiones elegantes, adornadas con muebles traídos del exterior a espaldas de fornidos cargueros, en donde se celebraban suntuosas fiestas sociales como fueron los bailes que daba D. Juan Uribe Mondragón en su casa de la plaza mayor y en la Quinta (las mas antiguas); o las de D. Carlos Coriolano Amador en su palacio de la calle del Comercio (hoy Cra, 50), o en el de su hijo José María en La Playa de la Quebrada o en sus casas de campo de Belencito y Miraflores; o en la Alameda en la casa de del General Pedro Alcántara Herrán…”
  • Y en la página: 97 escribió: “El Obispo Juan de la Cruz Gómez Plata, natural de San Gil y que había estado como oficial del ejercito patriota en Boyacá, fue nombrado obispo de Antioquia, cuando el gobierno del general Santander. D. Juan Uribe Mondragón había traído la primera carroza que tuvo Medellín (1837); la acondicionó para que el señor Obispo hiciera su entrada a Medellín y se la envió a La Toma pero el señor Gómez Plata decidió entrar a pie hasta la iglesia de La Candelaria.”
  • En la página  652 del libro Historia de Medellín, Tomo I y II, Compañía Suramericana de Seguros, escriben lo siguiente: El nacimiento musical de Medellín ocurre en 1837, con la llegada  del ingles Edward Gregory MacPherson y su gestión durante casi quince años. Este fue el primer músico serio que enseñó en Medellín. De su infatigable tarea sobresale la conformación ,  a principios de 1838, de una banda para conciertos  con piano, violines, flautas y fagot... la cual debuto  ese mismo año en la recordada  fiesta baile que ofreció Juan Uribe Mondragón para estrenar su residencia, que sería después el Parque de Berrio.”
  • Texto tomado del libro Medellín Ciudad Tricentenaria 1675 - 1975, pagina 46: “…La banda dicha, dirigida por José María Ospina, se estreno en un suntuoso baile que dio Don Juan Uribe, al inaugurar su casa en la Plaza Principal, casa que fue luego de Don Tomas Uribe. Este baile que costó $500, fue el asombro de los invitados, por la abundancia y riqueza de los vinos, bizcochos y alumbrado. Los bailes de moda en esa época eran el valse común, vueltas, contradanza…”
  • Enrique Echavarría E. en su libro Crónicas e Historias Bancarias de Antioquia, páginas 264 -265, hace referencia de don Juan Uribe Mondragón y su casa de la plaza principal:“La casa de la ciudad de don Juan se hallaba situada en una de las esquinas de la plaza principal, donde hoy está el Edificio Sierra. Don Juan construyó su casa dos veces; la terminaba por primera vez y la familia se preparaba a estrenar la bella mansión. Mas he aquí lo de un sábado en la noche. El cuidandero supo que en la Quebrada-abajo se daba un baile, en casa de un compadre suyo; deseó asomarse; creyó que era cosa de un momento; colocó una vela de sebo en las gradas de la escalera principal y la cuño con viruta; se alejó; llegó al baile; se tomo unos tragos del delicioso aguardiente y sacó pareja; y no pensó más que en divertirse; cuando volvió a sus cabales, las campanas de la Catedral tocaban plegaria; la casa de don Juan ardía; éste su dueño llegó primero, se sentó junto a la pila a verla arder y gritaba al pueblo: déjenla quemar, la haré más bonita y corregiré los errores arquitectónicos en que se incurrió. Tales eran su temple y su carácter.    Dos veces fue construida esa morada; dos veces fue quemada; la ultima en un incendio que se llevó cosa de media manzana; una noche del año de1919.     La casa de la plaza, de don Juan, la heredó su hijo don Tomas Uribe S.; éste y su señora doña Domitila Latorre vivieron y murieron en ella. La finca de campo la heredó su otro hijo don Juan Uribe Santamaría, hombre notablemente pomposo. El abrió calles y dejo toda una cuadra para edificar su suntuosa quinta.”



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